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El papel de madres y padres en las UCI de neonatos

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Por Idoia Armendáriz

En el Senado se ha aprobado una moción importante: se trata de asegurar el derecho de los bebés ingresados a estar acompañados todo el tiempo. Es una gran noticia llena de buenas intenciones, pero le falta un pequeño pasito indispensable para cambiar realmente el tipo de cuidados que reciben los bebés prematuros y enfermos. Parece ser que con abrir la UCI a los padres van a empezar a verse imágenes de madres con sus bebés fuera de la incubadora practicando el Cuidado Madre Canguro.

Existen en España varias unidades neonatales abiertas las 24 horas del día a las que los padres van un ratito por la mañana y otro por la tarde para acariciar al bebé a través de uno de los huecos de la incubadora, siempre que las rutinas del personal sanitario se lo permitan. Los padres desconocen la importancia que ellos tienen para la evolución de su hijo. Nadie les informa. En las unidades se les trata como visitantes y como tales se comportan.

Para que exista un cambio real no es suficiente con abrir las puertas de la UCI, hay que dar un «lugar» y unas «tareas» a la familia, integrándola en las rutinas hospitalarias. Los padres no van de visita, los padres son el centro de la mejoría y el desarrollo del bebé. Son necesarios su presencia constante y el contacto piel con piel. Se sabe que las analgesias más efectivas para los procedimientos dolorosos en neonatos son la lactancia materna y el contacto piel con piel. No se debe excluir a la madre en los procedimientos que se puedan realizar con el bebé al pecho, sustituyéndola por un poco de sacarosa (el azúcar es el analgésico de elección para estas situaciones). Los padres pueden y deben ocuparse de todos los cuidados posibles, tienen la necesidad de un lugar físico donde pasar horas con el bebé en contacto piel con piel, necesitan que en la UCI exista predisposición para sacarle de la incubadora aunque esté conectado a multiples máquinas y resulta imprescindible que se les informe de lo que supone su participación activa para el desarrollo y el bienestar del bebé. Sin todo esto, el libre horario de acceso supondrá cambiar las cosas para que en realidad no cambie nada.

El concepto del hábitat. El lugar creado por la naturaleza para que el bebé continúe su desarrollo

Estos bebés, además de sanar en las unidades neonatales, también se desarrollan, ya que están en unos momentos de intensos cambios a nivel físico y cerebral. En el caso de los prematuros, todo ese trabajo se debería estar haciendo dentro del útero, pero si el bebé ha nacido antes de tiempo debe disponer de su hábitat natural para continuar desarrollándose de la mejor forma posible: su madre. (Nils Bergman. Restaurando el Paradigma Original)

Entre las semanas 25 y 35 de gestación, se establecen 40.000 nuevas conexiones neuronales por segundo. Cuando este periodo transcurre fuera del útero, la interconexión neuronal dependerá del entorno y de los estímulos que reciba el bebé. Estas redes neuronales son la base del futuro cerebro.

Casi todos los estímulos que recibe el bebé en la UCI son estresantes; por muy limpio y atendido que se le mantenga, está solo, sin contacto físico, sufriendo procedimientos dolorosos y, en muchas ocasiones, con niveles tanto de luz como de ruido no tolerables para un bebé tan pequeño. Todo esto queda paliado con el simple contacto piel con piel.

Se sabe que a la edad de un año los niños que siguieron el Cuidado Madre Canguro tienen mayor desarrollo neurológico y un mayor perímetro craneal. Cada vez existe mayor convencimiento de que parte de las alteraciones del desarrollo de los niños prematuros a largo plazo tiene que ver con los cuidados proporcionados tras el nacimiento; por eso se habla de «cuidados basados en el desarrollo». Además, la lactancia materna es medicina para estos bebés. La leche de la madre se modifica para adaptarse a las necesidades específicas de cada prematuro y, solo con que la lactancia se lleve a cabo, desaparece casi por completo la enterocolitis necrotizante que constituye una de las primeras causas de defunción.

La pelota está, pues, en el tejado de los responsables sanitarios, ya que promover un cambio real no es tanto una cuestión de dinero como de deseo y voluntad.

Si para un bebé sano nacido a término es imprescindible estar con su madre, para uno enfermo o prematuro lo es aún más.

Para leer más:

Fuente: http://www.elpartoesnuestro.es/blog/2012/12/26/el-papel-de-los-padres-en-la-uci-de-neonatos

Preparando el parto desde la mente, el cuerpo y el corazón

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yoga

Prepararse para la llegada de un hijo es algo que suena lógico hacer y que en general todas hacemos de una u otra forma. Cada día escuchamos con más frecuencia que las parejas están más conectadas e involucradas en este proceso, lo cual van logrando a través del empoderamiento y las ansias por ocupar un lugar protagónico, donde el parto sea una vivencia propia de madre y padre.

Cuando hablamos de la preparación para el parto, es importante considerar tres elementos (Cuerpo, Mente y Emociones) y ver de una manera holística la llegada al mundo de un hijo. Creer que las visitas prenatales y un poco de ejercicio físico es suficiente, puede ser complejo. Es necesario mucho más…

¿Cómo prepararnos?

El trabajo de parto, sobre todo un trabajo de parto fisiológico, sin la presencia de fármacos o intervenciones innecesarias (tales como episotomía de rutina, oxitocina sintética sin una indicación real o anestesia epidural aún cuándo la mama está soportando bien el trabajo de parto, etc), se asemeja al esfuerzo de un maratón. Imaginemos ahora que una persona común y corriente sin una rutina de entrenamiento para dicho esfuerzo se despierte una mañana y diga: “Me desperté con ganas de correr la Maratón de Santiago (42.195 km), así que me inscribiré y veré que pasa”. Las probabilidades de que esa persona no llegue ni siquiera a los 10 km es grandísima, o sí llega un poco más lejos, seguramente será con un gran costo; con lesiones en su cuerpo y un desgaste emocional impresionante, lo que en consecuencia traerá mayor frustración, dolor y una fatiga a nivel físico, mental y emocional. la idea de prepararnos es prevenir todas esas molestias asociadas al parto y que pueden ser manejadas con más tranquilidad.

Cuándo hablamos de un parto fisiológico, tenemos que estar conscientes que estamos hablando de un despliegue tremendo de esfuerzo físico. Y como cualquier tipo de esfuerzo corporal de gran intensidad, como una maratón o escalar una montaña, para realizarlo se requiere de entrenamiento físico y mental.

pilates

 

La preparación corporal:

En un embarazo saludable el ejercicio físico trae beneficios tanto para la madre como para el bebé. Para la mamá, ayuda física y psicológicamente, incluyendo un mejor manejo del aumento de peso, una mejor función cardiovascular y mayor elasticidad en las articulaciones, lo que hace disminuir considerablemente el riesgo de desarrollar diabetes gestacional o preeclampsia. Al mismo tiempo el beneficio se extiende a un aumento de las hormonas Dopamina, Serotonina y Endorfinas lo que propicia una sensación de bien estar y felicidad, disminuyendo la probabilidad de desarrollar insomnio y depresión pré-parto.  En tanto los bebés, se benefician con una reducción del porcentaje de grasa corporal al nacimiento, lo que se mantendrá en las etapas subsecuentes.

En la preparación corporal es importante incluir la preparación del piso pélvico que ayudará en la prevención de la incontinencia urinaria y fecal. El piso pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que sostienen la uretra, la vejiga, el útero y el recto. El peso extra del embarazo y el trabajo de parto ejercen una presión importante en esta zona, la falta de tono muscular puede ocasionar distintos tipos de problemas,por eso la prevención es siempre el mejor remedio. Para tonificar dichos músculos hay un grupo de ejercicios bastante simples, denominados Kegel, que se puede hacer en casa o contratar kinesiólogos especialistas para aprenderlos y practicarlos.

piso pelvico 2

El masaje perineal es otra herramienta importante en la preparación física. Este masaje es una técnica que tiene como objetivo preparar los tejidos del perineo (Es la región del cuerpo que forma el suelo de la pelvis ligamentosa, donde se encuentran los órganos genitales externos y el ano) para que estos sean capaces de relajarse y extenderse en el día del parto. Dicha práctica puede reducir significativamente el riesgo de episiotomías o desgarros perianales. La recomendación es realizar el masaje diariamente desde la semana 32 de gestación hasta el nacimiento del bebé.  Como complemento les recomiendo la lectura del articulo en Mamadre que habla específicamente sobre el masaje perineal.

Es importante recordar que llevar un embarazo saludable no se asocia a tratar una enfermedad, ya que éste es uno de los períodos en que el cuerpo de la mujer está de alguna forma súper diseñado para que mamá tenga una mejor salud. Hay que acordarse de que el cuerpo necesita estar en movimiento, que la musculatura debe ser reforzada, y que se debe intentar mantener la resistencia física maximizada.

 

La preparación mental:

La mente juega un papel fundamental acá, y es por eso que se debe mantener un equilibrio en el trabajo y sincronía de cuerpo y mente. Si cuidamos el cuerpo para que esté súper tonificado y logramos contar con mucha resistencia física, pero a la vez se siente un temor incontrolable y un desconocimiento del proceso, estos últimos factores no permitirán que la naturaleza tome su curso y la fisiología, de un cuerpo en óptimas condiciones, realice su labor.

Es necesario distinguir dos aspectos muy diferentes: sentir dolor y sufrir. Experimentar intensidad corporal es lo que denominamos dolor. Por ejemplo, cuándo nos quemamos un dedo, nos cortamos con un cuchillo o nos quebramos un miembro estamos experimentando dicha intensidad. Tan luego ocurre el evento, nuestro cerebro recibe la información y todo nuestro cuerpo responde a ese estímulo. Ahora el sufrimiento tiene otra connotación. Los humanos empezamos a sufrir, cuándo además de experimentar la intensidad que un dolor puede provocar, empezamos a enviar mensajes tales como miedo, desesperación o falta de control. Es lo que pasa cuándo decimos: “Dios mío me voy a morir, no soporto más, esto no va bien, algo muy raro pasa acá, es mucho para mí, no puedo, etc.” Ese estado mental intensifica las sensaciones y entonces empezamos verdaderamente a sufrir.

Pasos para manejar y aliviar el dolor 

El primer paso para entrenar la mente para un trabajo de parto, es indudablemente, a través del conocimiento de cada una de las etapas del embarazo y trabajo de parto. No contar con información de calidad, puede generar miedos innecesarios que impactarán fuertemente en el nacimiento.

El segundo paso, es entrenar la mente para adquirir un control en situaciones intensas. Eso se puede obtener, a través de ejercicios de respiración, meditación, hipnosis, mantras, Yoga, Pilates, entre otros. Cada mujer debe buscar la opción que más le acomode, lo importante es considerar, que tanto importa preparar el cuerpo como preparar la mente.

Es importante reforzar que el trabajo mental es para la pareja. Obviamente es mamá quien estará sintiendo más fuertemente las sensaciones en su cuerpo, pero la pareja tiene un papel fundamental en acompañar, apoyando y conteniendo a la mujer, para que así sea más fácil dominar la situación y alcanzar el autocontrol para no caer en pensamientos q lleven al sufrimiento.

 

La preparación emocional:

Las emociones nos acompañan todo el tiempo, en cada evento de nuestras vidas. En el embarazo y parto todo es maximizado, el grado de sensibilidad es enorme.

Es súper importante conectarse con nuestra historia personal y entender cuáles son las emociones que afloran con respecto a la maternidad y a esa gran transición que es el nacimiento de un hijo. Por ejemplo, situaciones claves ocurridas en nuestra niñez o con respecto a nuestra relación con nuestros padres, pueden resurgir e interferir muchísimo durante este período.

Es importante también revisar nuestra propia experiencia de nacimiento y nuestra percepción construida con base a la información que recibimos de nuestros seres más próximos, es decir, ¿cómo mi familia concibe el nacimiento, hubieron muchas historias de miedo, situaciones traumáticas o se concibe el nacimiento como un evento natural y hermoso? Todos esos aspectos generan emociones positivas o negativas ante el proceso. Identificar y trabajar concientemente nuestra carga emocional es súper necesario.

Por otro lado, la preparación emocional también debiese ser una tarea para mamá y papá, ya que las emociones y percepciones del papá, influirán de manera directa en las percepciones y sensaciones de la mujer y del bebé.

Te invitamos a contarnos de qué manera te estás preparando o te preparaste para el nacimiento de tu bebe o qué diferencias hizo la preparación entre un parto y otro.

 

Cariños.

 

Por Grasiele Pasinato

Doula

www.nacersonriendo.com

Fuente: http://www.mamadre.cl/

El padre en el parto

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Quizás creamos que la presencia del padre es esencial a la hora de dar a luz un hijo.

El padre en el partoHay mujeres para todos los gustos y así debe ser. Las hay que no se imaginan sin el padre al lado y las hay que saben que su chico no está hecho para eso.

Incluso también hay mujeres que no quieren que sus hombres las vean en semejante trance y desde luego hay hombres que tienen absolutamente claro que quieren estar y otros que si pudieran lo evitarían.

Muchas veces el padre se siente en la obligación de estar porque es lo que se espera de él. Es una obligación que nadie nombra pero tiene un componente de presión importante.

 

Quisiera invitar a las parejas a que charlen y aborden el tema de estar o no estar en el momento del parto en profundidad. La compañía que la mujer elige para dar a luz a su bebé influye sobremanera en cómo se desarrolla el parto.

El debate queda abierto. Puedes leer más aquí.

Un poco de historia.

La presencia del padre en el parto es realmente reciente, quizás a penas ronde los 40 ò 50 años.

Desde esa fecha hacia atrás, los hombres esperaban fuera de la habitación donde estaba teniendo lugar el nacimiento. Siempre se entendió y se respetó como algo cosa de mujeres y desde luego, si hay algo que es de mujeres es el parto y la lactancia.

En numerosas civilizaciones aún sigue siendo así… el padre espera con sus nervios y su impaciencia fuera.

Y cuenta el obstetra francés Michel Odent que tiene su sentido fisiológico que el hombre no esté donde ella, sobre todo si está nervioso o tiene miedo, ya que es una emoción que dispara la adrenalina y es muy muy contagiosa. Y la adrenalina nos cierra el cuerpo, es decir, entorpece o bloquea la dilatación que el cuerpo de la madre ha de llevar a cabo para que salga su bebé.

Tampoco podemos olvidar que somos mamíferos y que es nuestro cerebro de mamífero el que se ha de poner en marcha para poder parir.

La gran mayoría de las mamíferas, no me voy a animar a decir todas, por si hay alguna que confirma la regla, pare sin el macho. Pocos animales hacen clan familiar, y las hembras mamíferas de estos que permanecen juntos durante el resto de la vida, paren solas, en sus madrigueras, sin los machos. Estos comúnmente andan en las cercanías protegiendo el momento, a la madre y a las crías. Deberíamos preguntarnos por qué.

Así que es normal que algunos padres prefieran estar de guardianes protectores  que de acompañante a su mujer.

Dos razones para que el padre se prepare:

Si después de todo el padre quiere, desea y decide estar presente en el parto debería ir preparado por dos razones importantes:

1. Se sentirá mucho más útil y más preparado para asimilar todo lo que va a experimentar y podrá dar un apoyo eficaz y amoroso a su pareja.

2. La madre tendrá un sostén invaluable en un momento trascendental en su vida.

LO QUE EL PADRE DEBERÍA SABER SI VA A ACOMPAÑAR UN PARTO
1.      Habla con tu pareja antes del parto para conocer como desea parir. Esto te ayudará a apoyarla y a protegerla en sus deseos ese día.

Quizás parezca obvio, pero te sorprendería saber la de padres que no saben lo que desea su mujer. Quizás sea incluso que ni la propia mujer sepa lo que desea.

Pararse a sopesar qué es lo que queremos y cómo queremos que suceda es imprescindible para recibir el apoyo.

Te pongo un ejemplo. Imagínate que una mujer haya decidido no ponerse la epidural en su parto. E imagínate que en el momento más vulnerable del parto empieza a pedir la epidural. En ese momento si el padre que conoce el deseo primario de su mujer de no ponerse la epidural no podrá darle el apoyo que necesita para que la madre supere el trance.

2.      Si ya sabes todo lo que desea ahora debes entender que ella es la protagonista.

El proceso es suyo y tu trabajo es estar a su servicio. Despierto, atento, pero en segundo plano.

3.      Los partos son como las cajas de bombones, nunca sabes cómo va a ser el vuestro.

Así es, por mucho que hayamos planeado, la vida también tiene sus planes y misterios que no entendemos. A veces empeñarse no es lo mejor. Nos preparamos sí, pero aceptamos que pase lo que tenga que pasar.

Lo inteligente, después de haberse preparado para lo óptimo, es rendirse a la vida y dejar que todo fluya.

4.      Protege el espacio. Hay un espacio teórico idóneo para facilitar el parto.

En la medida de lo posible mantén la penumbra en el lugar, protege el silencio, sobre todo evita que ella tenga que contestar a preguntas. Una música que le guste puede ayudar y muy importante, que la habitación esté muy bien caldeada. Una mejor de parto nunca debe pasar frío.

Cuantas menos personas haya en la habitación tanto mejor.

Si te fijas, el ambiente debe ser muy parecido a una primera cita romántica: velas, música, calor, intimidad

Se suele decir que el mismo ambiente que puso al bebé dentro es el que llegado el momento, le hará salir.

5.      Fuera los relojes.

No hay tiempo en un parto. Dos horas, ocho, doce o dieciséis…. lo que la mujer necesite.

Así que deja tu impaciencia detrás de la puerta. Estate relajado y sin prisa.

6.     Ofrécele tu cuerpo para apoyarse en ti.

Colgarse de tus hombros, apoyar su espalda sobre tu pecho, apretar tus manos… puede ser de gran alivio.

posturas para parto

 7.      Invítala a cambiar de posición.

El movimiento es muy bienvenido en el parto.

Hazlo de forma sutil, nunca impongas.

8.      Tu mujer puede convertirse en una leona.

Es más debería convertirse en una leona, es señal de que ha conseguido meterse realmente en el parto.

Y cuando digo leona, es leona. Imagínate a una en frente de ti ¿crees que tendrías miedo? Pues puede que sea eso lo que sientas cuando tu mujer entre en el planeta parto.

Y como si estuvieses delante de una leona, no corras, es el momento de ponerte aún más a su servicio. No la saques de ahí, no la quieras convertir en ella de nuevo… ese es el mejor lugar desde el que dar a luz un hijo.

9.     Tu mujer necesita expresar la intensidad de su parto.

Gritará, aullará, rugirá, resoplará, dirá que no puede más, pedirá auxilio, sentirá que se muere…

Mantente en tu sitio, con tranquilidad… entiende que el momento está cerca y que estos alaridos son parte del proceso.

No te preocupes, todas las mujeres pasamos por ahí y es necesario poder expresar.

10.     Si ella quiere o te lo pide masajea su espalda, sobre todo en la zona lumbar.

Hazlo con fuerza durante las contracciones y más suave cuando hayan pasado, con las dos manos, con movimientos circulares de dentro a fuera.

11.      Apóyala y dale fuerzas.

Dile entre contracciones que la amas y que estás orgulloso de ella.

Dile en los momentos más críticos que es una mujer muy valiente y que solo ella podría hacer lo que está haciendo.

12.       Tras el nacimiento, protege la fusión de tu bebé con su madre.

El primer momento del nacimiento de tu hijo es fundamental que se vincule con su madre. Protege en la medida de lo posible que no separen a tu bebé de su madre.

El vínculo del bebe con el padre se hará a través de la madre. Como dice Laura Gutman, papá sostiene a mamá y mamá sostiene a bebé. Papá y bebé se relacionan a través de mama.

Y tu que opinas, ¿crees que es importante que el padre esté preparado para acompañarte?

Ahora tienes un taller diseñado para que él no se sienta perdido y desubicado en el parto y pueda acompañarte de manera eficaz y amorosa.

 

Fuente: http://www.tudoulaonline.com

Lo que nunca debes decir a una mamá que da pecho (o biberón)

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La lactancia tiene un alto índice de fracaso en nuestra sociedad y las claves están en la desinformación y en muchos mitos que han pasado de las que ahora son las abuelas de los bebés a las madres

Las cosas que nunca debes decir a una madre que da el pecho (o el biberón)

Hay muchos temas polémicos en la maternidad pero el que quizás genere más debate es el referido a la crianza del bebé. Las mujeres, como mamíferas que somos, siempre hemos amamantado a nuestros hijos (o alguna mujer lo hacía por nosotras). Fue a partir de los años sesenta con la llegada de la «liberalización» de la mujer que se confundieron muchos conceptos y se trasmitió a estas que no dar la teta era un síntoma más de libertad junto con su incorporación al trabajo y la llegada de la planificación familiar. La consecuencia más inmediata es que, de manera progresiva, pediatras y madres comenzaron a no dar el pecho y muchos personas nacidas a finales de los sesenta y setenta, e incluso ochenta, se criaron sólo con biberón. Desde hace ya más de una década las cosas han vuelto a su forma más natural, es decir, el pecho y muchos expertos se dedican a fomentar de nuevo lo que es la mejor alimentación para el bebé, teoría avalada por la OMS.

Si uno se para a pensar en cómo funciona la lactancia materna se da cuenta cuán perfecto es el cuerpo humano. No existe ninguna fisura en esta alimentación salvo, claro está, que la madre esté gravemente enferma. Es más, a nadie se le escapa que incluso muchas mujeres del tercer mundo que viven en condiciones paupérrimas en la pobreza más absoluta, incluso ellas ofrecen lactancia materna.

A pesar de la perfección del mecanismo la lactancia tiene un alto índice de fracaso en nuestra sociedad y las claves están en la desinformación y en muchos mitos que han pasado de las que ahora son las abuelas de los bebés a las madres. Hemos querido hablar con una experta en alimentación infantil, Pilar Martínez, asesora de lactancia y autora de los libros «Los 5 Pasos para Tener Éxito en tu Lactancia Materna» y «Destetar sin lágrimas», y madre de dos hijas. También tiene un blog, Maternidad Continuum para ayudar a las mamás que se hayan sentido tan abrumadas como ella cuando me convertí en madre.

Pilar cree que «cuando una mujer se convierte en madre también se convierte en el blanco de las opiniones ajenas». Da igual si conoce o no a la persona, si es de su familia o si es su amigo del alma, cualquier persona cree que «debe» ayudar a la mamá reciente con su opinión y a veces puede llegar a ser bastante «agobiante». Si además la mamá decide dar el pecho, la cantidad e intensidad de las opiniones llegan a límites insospechados, porque la lactancia materna está plagada de mitos completamente erróneos que van pasando de generación en generación.

Además, añade, «las mamás de ahora son hijas de las mamás de hace treinta años y las mamás de hace treinta años, por norma general, alimentaban a sus hijos con biberón», por lo que sus conocimientos de lactancia materna no tienen por qué ser acertados (ya que nunca los han necesitado realmente).

Lo cierto es que una mamá que decide dar el pecho y que toma su decisión como adulta que es, debería ser respetada y apoyada por su entorno. Y esto significa que los comentarios que se refieran a su lactancia materna, deberían ir encaminados en ese sentido. Sin embargo las mamás lactantes suelen escuchar muchísimas críticas que minan su confianza, les hacen sentir mal, les hacen dudar de su capacidad de lactar e incluso les hacen abandonar la lactancia.

Todas las madres, sin excepción, reciben cantidad de comentarios sobre cómo alimentan a su hijo, especialmente si le dan el pecho. Le preguntamos cuáles son los más comunes y cómo ayudar a desterrarlos basándonos en criterios científicos, no en lo que diga la abuela. Estos son los más comunes (y erróneos):

¿Otra vez quiere comer? Pero si acaba de hacerlo. O su variante menos respetuosa: ¡Este bebé está todo el día en la teta!

Los bebés tienen el estómago muy pequeño y lo normal es que coman muy a menudo. Además la leche materna se digiere muy bien por lo que esperar que un bebé recién nacido o de pocos meses, tarde tres o cuatro horas en pedir pecho es una utopía. Además, la producción de leche materna se basa en la succión. Cuanta más succión, más producción, así que lo mejor y más conveniente es que el bebé sea amamantado cuando lo pida (a demanda), ya sea cada tres horas o cada media hora.

Yo creo que se queda con hambre porque tu leche no es buena (o no le alimenta o no tienes leche…)

No es posible que una mamá tenga una leche que no alimente. La leche materna es el alimento óptimo para los bebés, nada puede igualarla (y mucho menos superarla). La calidad de la leche materna sólo podría estar en riesgo si la madre tuviera grandes problemas de desnutrición, así que esta afirmación no tiene ninguna base. Pueden ocurrir muchas cosas, pero que la leche no sea buena no es una de ellas.

¿Para qué te complicas tanto teniendo biberones?

La lactancia materna es una de las cosas más tiernas y preciosas que existen, pero también puede ser agotadora a veces. Si una mamá se queja porque está cansada, es mejor ofrecerle ayuda con la casa, con los hermanos mayores, con la comida…pero no es una buena idea cuestionar su lactancia.

Dar el pecho o no, es una decisión que debe tomar la madre y el entorno debería entenderlo respetando su decisión y apoyarla decida lo que decida. No debemos olvidar que estamos hablando de una mujer adulta que es madre.

A este niño hay que ponerle horarios

La lactancia materna (y la lactancia con biberón también) se debe ofrecer a demanda. No tiene ningún sentido poner horarios a un bebé que no distingue el día de la noche. La alimentación a demanda asegura una buena producción de leche materna y una buena autorregulación alimentaria del bebé (previniendo muchos problemas alimentarios en el futuro).

Si le das un biberón tampoco va a pasar nada

Sigo recordando que estamos hablando con una mujer adulta que ha tomado su decisión de amamantar. No es necesario ponerla en duda cada vez que surge alguna dificultad.

Así que si la mamá tiene algún problema al dar el pecho o necesita ayuda, lo mejor es ofrecérsela, no presionarla para que tire la toalla a la primera de cambio.

Habrá mamás a las que no les importe dar un biberón de vez en cuando, pero hay otras que no quieren hacerlo y que lo consideran como un fracaso de su lactancia, así que es mejor no recomendarlo.

A mis hijos los crié con biberón y mira qué fuertes están. O su variante: Con el biberón se crían igual

Perfecto, cada madre elige el tipo de crianza que quiere seguir con sus hijos. La mamá que eligió el biberón lo hizo según su opinión y la mamá que decide amamantar lo hace según la suya, ambas igual de respetables. En realidad casi todo vuelve al mismo punto: apoyo y respeto por la decisión de la madre.

Si le das biberón dormirá más por las noches

Hay bebés que se despiertan mucho con el pecho y hay bebés que se despiertan mucho con el biberón. Aunque es cierto que la leche de fórmula cuesta más de digerir y puede hacer que el bebé tarde más en despertarse, la mamá debe saber que si elimina las tomas nocturnas del bebé, tendrá menos producción de leche materna por el día.

Es decir, que puede que con este consejo estemos poniendo en peligro la lactancia y además no consigamos dormir más.

Si le quitas la teta, el papá podrá participar más en la crianza del bebé

Un bebé necesita muchísimos cuidados. El papá puede participar en la crianza con muchísimas otras cosas: bañar al bebé, vestirlo, cambiarle el pañal, sacarlo de paseo, dormirlo, hacerle un masaje, cantarle una nana, jugar con él, leer un cuento…

No sé por qué se da este consejo porque no tiene mucho sentido. Lo ideal es que el papá participe en la crianza del bebé y puede hacerlo en todo, excepto en darle el pecho.

¿Cuándo dejará de tomar teta?

A muchas mujeres les molesta mucho que les hagan esta pregunta. Muchas me comentan «Acaba de empezar a tomar pecho y parece que todos quieren que lo deje ya» porque es la típica pregunta que le hacen a las mamás lactantes casi desde el hospital.

Algunas mamás tienen decidido cuánto tiempo quieren amamantar, otras no y otras van cambiando sus planes conforme el bebé crece, así que, ¿qué más da cuando dejará el pecho? ¿Por qué preguntarle sobre esto? ¿Realmente nos importa la respuesta o es sólo por romper el silencio?

Si no se nos ocurre nada que decir, mejor comentemos lo guapo que es el bebé y ya está.

Por otra parte, aunque mucha gente lo desconoce la OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan dar el pecho de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida y junto con otros alimentos al menos hasta los dos primeros años y una vez pasado este tiempo, hasta que la mamá y el bebé lo decidan.

Osea, que aunque nos pueda extrañar ver a un bebé de más de un año siendo amamantado, lo cierto es que es lo normal y lo recomendado por todos los organismos oficiales.

La lactancia materna es muy esclava y no te deja hacer nada…

Depende de para quién. Hay personas que consideran que dar el pecho te ata demasiado, sin embargo muchas mujeres piensan que es mucho más cómodo tener la leche preparada y esterilizada en cualquier parte que tener que cargar con bolsa, biberones, esterilizador, leche, agua…

En mi opinión la lactancia materna te deja hacer todo igual que la artificial, pero lavando menos biberones.

Conclusión

Las críticas gratuitas casi siempre son molestas, pero en el caso de las mamás lactantes pueden llegar a ser muy desestabilizadoras porque en el periodo de puerperio (que según algunos autores puede durar dos años) las hormonas están bastante alteradas y ocurren grandes cambios a nivel físico y emocional, lo que impide que la madre pueda recibir las críticas de manera “constructiva” y responder ante ellas con su nivel de raciocinio habitual. Todo esto, suponiendo que las críticas vienen con buena intención…

Así que si conocéis a alguna mamá que ha decidido amamantar a su hijo y no sabéis qué decir al respecto, mejor no digáis nada.

Fuente: http://www.abc.es/familia-vida-sana/20121230/abci-cosas-nunca-debes-decir-201212281345.html